
Díaz Ayuso ha resaltado la importancia de este sistema que interactúa de manera autónoma con los menores y sirve como apoyo para los terapeutas, facilitando su labor y ayudando a aquellos con dificultades de aprendizaje. Se enfoca en sesiones de ejercicios para mejorar la motricidad y las capacidades cognitivas de los niños.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha podido observar el funcionamiento de este sistema durante su visita al colegio Gaudem de la capital, un centro especializado en la integración de alumnos con necesidades especiales. En colaboración con el centro de atención social de Vallecas, 30 menores de entre cuatro y diez años están siendo beneficiados por esta iniciativa desarrollada por la startup madrileña Inrobics, que ofrece ejercicios personalizados para estimular el desarrollo, especialmente en los procesos de maduración.
En una demostración, un grupo de escolares ha participado en una actividad basada en la imitación de los movimientos de Robic, un dispositivo humanoide diseñado especialmente para trabajar aspectos como la expresión oral y corporal, la psicomotricidad y el autoconocimiento. Además, los niños han podido hacer preguntas para mejorar el lenguaje y la socialización.
Gracias a esta innovadora metodología, una niña con Trastorno del Espectro Autista (TEA) de este colegio, que presentaba dificultades en el habla, ha comenzado a desarrollar habilidades comunicativas tras interactuar con el robot.
Este sistema de tele-rehabilitación, en el que la Consejería de Digitalización participa, está respaldado por evidencia científica y tiene como objetivo apoyar a los terapeutas para que los niños se comprometan con los tratamientos. También facilita la monitorización y seguimiento de los pacientes, promoviendo la continuidad del trabajo en los hogares de las familias. Su uso es recomendado tanto en colegios como en centros de atención social.
Funcionamiento de Robic
Robic utiliza dispositivos como cámaras 3D y otros sensores para recopilar las variables fisiológicas de cada usuario. Con esta información, se diseñan intervenciones y actividades personalizadas dentro del programa. A través de los robots, se establece una rutina de acompañamiento e interacción para estimular tanto física como cognitivamente a los pacientes, mejorando su motivación y optimizando el tiempo de los profesionales. Mediante el juego terapéutico, se trabajan aspectos como la concentración, se refuerza la motivación con estímulos positivos y se monitorea a los niños, quienes pueden continuar con los ejercicios en casa utilizando un avatar virtual.
El programa también ofrece un sistema avanzado de evaluación de resultados para analizar los datos y verificar el progreso de cada individuo, permitiendo optimizar su plan de rehabilitación. Además, se brinda formación tanto a los trabajadores como a las familias, y se organizan sesiones de tratamiento para que los usuarios y sus tutores se familiaricen con la tecnología.
Una disciplina en crecimiento
La robótica social es una disciplina en expansión que se centra en la utilización de esta innovadora metodología para conectar de manera guiada con los pacientes en áreas como la recuperación física o cognitiva, la educación especial para niños con autismo o el acompañamiento de personas mayores.
Las experiencias realizadas hasta la fecha han demostrado que esta tecnología contribuye a mejorar la estimulación y la participación en las terapias, facilita la adopción de rutinas diarias, influye en el aprendizaje motor y en la capacidad del cerebro para establecer nuevas conexiones neuronales, y fomenta una actitud positiva hacia el esfuerzo y la frustración.