
En el sur de la Comunidad de Madrid se encuentra Móstoles, uno de los municipios más grandes no solo de la región, sino de toda España, con más de 214.000 habitantes. Su crecimiento explosivo a partir de los años 60 contrasta con sus orígenes que se remontan a la época romana.
Según el historiador David Martín, presidente de la Asociación de Amigos de la Historia de Móstoles, la ciudad ha experimentado una transformación significativa a lo largo del tiempo. En un recorrido por la ciudad junto al equipo del programa Mi cámara y yo, Martín destaca la importancia de la plaza de Cuatro Caminos, donde desde 2014 se erige un monumento que simboliza el pasado romano de la localidad como un punto de encuentro de caminos, respaldado por yacimientos arqueológicos.
En sus inicios, Móstoles tenía apenas mil habitantes, pero con la llegada del ferrocarril, la proximidad a Madrid y los planes de vivienda de los años 60, la población experimentó un crecimiento acelerado. Bloques de viviendas se construyeron para dar cabida a personas principalmente de regiones como Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía.
En tan solo 15 años, Móstoles pasó de tener 3.000 habitantes a alcanzar los 150.000 en 1980. Según el historiador, la atracción residía en el costo más accesible de la vivienda en comparación con Madrid. Esta evolución demuestra la capacidad de adaptación y crecimiento de Móstoles a lo largo de su historia.
El auge de los minipisos, la transformación de los kioscos de Gran Vía y otros aspectos de la vida urbana en Móstoles reflejan la diversidad y el dinamismo de esta ciudad que ha sabido combinar su rica herencia histórica con las demandas de la vida moderna.
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